Tolosa 5

Testigo de la historia

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“Club Unión y Fuerza”

Fundado el 5 de febrero de 1927 por un entusiasta grupo de jóvenes, los señores Enrique Mercerat, Estanislao Bacchi, Nevio Mercerat, Adolfo González, Emilio Fascio y Roberto Coffei.

Se empezó por la practica de deportes, para realizar luego reuniones sociales que se hicieron cada vez más importantes. Luego se creó la biblioteca “Bartolomé Mitre”, que fue sumando un importante capital bibliográfico, que era aprovechado por muchos lectores, que día a día ocupan su sala de lectura.

Monumento a Iraola

A iniciativa del señor Labombarda se creó un centro bibliotecario. Se dictaron conferencia y se realizaron funciones recreativas y bailes familiares que congregaron numerosos concurrentes. es actualmente uno de los principales centros sociales de Tolosa.

Se encuentra en 531 entre 1 y 2, actualmente el club tiene un importante grupo de teatro y cine además se creó un taller de cine infantil, que hoy, es orgullo de la institución.

Actualmente el club esta metido en un proyecto muy importante para la zona, se trata de un documental que cuente la historia de Tolosa, a través de este documental, que será financiado por socios y comerciantes ligados a Unión y Fuerza, se buscará fundamentalmente despertar el entusiasmo un tanto dormido de la gente por sus instituciones.

“Celebraciones y conmemoraciones”

“La actividad celebratoria y conmemorativa estuvo dedicada principalmente a las efemérides nacionales, a los aniversarios fundacionales de las asociaciones barriales, a las fiestas patronales de Nuestra Señora del Carmen y, lógicamente, a los aniversarios de la fundación de la localidad. Aunque nos concentraremos en estos últimos, dedicaremos alguna atención a los otros.

Las fiestas patronales de Nuestra Señora del Carmen se realizan el 19 de julio, lo cual quiere decir que constituyen la tercera festividad de peso del mes, luego del aniversario de la fundación de Tolosa (hasta 1977 conmemorado los 7 de julio) y del 9 de Julio.

Iglesia Nuestra Señora del Carmen.

En algunas oportunidades la competencia fue desastrosa para la patrona local y en otras se decidió concentrar todo en un solo acto, pero si no hubiese sido por la creación de la escuela parroquial en 1958, seguramente esta festividad hubiera desaparecido.

Entre los años 1923 y 1930, la fuerza de las diversas congregaciones y asociaciones benéficas que estaban asociadas a la parroquia aseguraron a esta celebración la asistencia de numeroso público a su acto central, la procesión encabezada por la imagen de la patrona.

En 1952, la fuerza del nuevo párroco, José A. Santolín hará que la fiesta patronal tome nuevos bríos, pero lo que asegurará definitivamente que éstas alcancen un “lucimiento” similar al de la segunda mitad de la década de 1920 es la creación de la escuela parroquial (1958), lo que garantizará, de allí en más, la asistencia de un público cautivo 253 engrosado año tras año

251 Domingo F. Sarmiento (“Villa Rivera”), Mariano Moreno (Círculo Cultural Tolosano), Gral. Bartolomé Mitre (“Unión y Fuerza”), Manuel Belgrano (C. de F. y B. “Manuel Belgrano”), Gral. Lavalle (As. de F. y B.“Gral. Lavalle”), Remedios de Escalada de San Martín (C. S. y D. “San Martín”).

El único intento realmente original y significativo en este campo es el del Club Social y Deportivo “Los Tolosanos”, quien bautiza a su biblioteca “Isidora Machín”, maestra tolosana ya mencionada.hasta que esta escuela tenga conformados todos los cursos de primaria y secundaria (1965), estabilizándose de allí en adelante

Se baila y se canta, organizándose “fiestas mayas” a las que asiste toda la familia y disputándose cada asociación vecinal por organizar eventos a cual más colorido.

En los años 1940 comienza a darse una transición, las veladas danzantes comienzan a desaparecer, conservándose la organización de eventos destinados exclusivamente a los niños (reparto de escarapelas y golosinas) y en a partir de 1944, como si hubiese existido algún tipo de orden oficial, al tiempo que subsisten las distribuciones a los niños, las asociaciones vecinales cambian totalmente el tono del evento.

Desaparecen totalmente los bailes y funciones teatrales para dar paso a eventos puramente conmemorativos: actos culturales en los que alguna conferencia alusiva es completada con discursos y algún entretenimiento de carácter folclórico (danzas nativas o ejecuciones de piezas folklóricas), todo ello luego, claro está, de que alguna señora o señorita ejecutase el Himno Nacional en el piano.

Así, los vecinos, pasan de ser actores a espectadores de la “patria” y ello tal vez indique algún cambio substancial de la relación entre los ciudadanos y la Nación.

Colegio Nuestra Señora del Carmen

El nuevo logo fue diseñado en el marco de los 40 años del Colegio Polimodal y coincidió con la apertura de la Modalidad de Ciencias Naturales.

Se trató de buscar un logo que comunicara el espíritu y las características de nuestro Colegio de un modo más singular. Un logo que sea sinónimo de la Institución.

Estas características no eran reunidas por el que se tenía hasta ese momento, el cual podía fácilmente confundirse con el de otros establecimientos educativos pues partía de un diseño común.

Significados:

La Cruz (domina el logo): Nuestra identidad cristiana.

Paloma sobre el Texto: Simboliza al Espíritu Santo iluminando el conocimiento, el saber académico.

Arco sobre la Paloma: La Corona sobre la Virgen del Carmen.Estrellas: Estrellas de la Corona de la Virgen del Carmen.

Escapulario: Sobre la Cruz: Nuestra identidad de Colegio. Es el signo que le da la mayor singularidad al diseño.

Los aniversarios de las instituciones barriales también presentan esta característica de ser hasta algún momento una celebración para pasar luego al terreno de la conmemoración, con la diferencia de que el cambio se da más tarde y en función de la propia vida interna de la institución.

En tanto hubo algo que festejar (acumulación de acciones exitosas en pro del fomento edilicio, crecimiento de las actividades de las bibliotecas, intensa vida deportiva coronada por triunfos en campeonatos) y deseos insatisfechos -es decir, proyectos- la celebración anual de la fundación fue una fiesta y una reafirmación de la voluntad común de seguir apostando al “progreso” logrado en base a la acción común.

A partir de los años 1960, cada vez más los festejos organizados comienzan a reducirse, llegando a la década de 1970 donde ya se trata de una pura conmemoración: una cena de camaradería donde se rememora la gesta fundacional, en muchos casos contando todavía con la presencia física de socios fundadores, distribución de diplomas, recapitulación de los viejos logros de la entidad como forma justificatoria de la existencia y, en líneas generales, un decidido acartonamiento, traducido en la forma misma del evento.

Calle 2

No más bailes ni pic-nics (en las que el aniversario cae en la belle saison), raramente un torneo ínter-clubes (y los que se hacen están limitados por lo general a bochas o a juegos de salón: truco, mus) y los asistentes a las cenas de camaradería parecen haberse reducido notablemente. Este vuelco hacia el pasado nos habla, evidentemente, de un pobre presente y un futuro poco promisorio, o que al menos, no se percibe con claridad; la memoria como substituta de la vida y no como el elemento acumulador de experiencias de una vida lanzada hacia el futuro.

Hasta los años 1980, lo alumnos tanto de la escuela primaria como de la secundaria, recibían un “vale” luego de la misa dominical y de la procesión anual que debía ser presentado a las autoridades.

Las ausencias reiteradas o injustificadas podían significar repetir el grado en la primaria o no promocionar la materia “religión” en la secundaria. *255

Algo que lamentablemente no estamos en condiciones de saber es exactamente qué se celebra oconmemora en cada 25 de Mayo. La ‘revolución’ ciertamente, pero ¿atribuyendo qué sentido a la palabra? Este tema por sí solo justifica una investigación, que está siendo actualmente encarado por un grupo interdisciplinario de la Universidad Nacional del Comahue que tuve el honor de dirigir entre 1994 y 1996.

Por otra parte, los años 1960 van a aportar algunas novedades en cuanto a celebraciones se refiere. La Asociación “Amigos de la Calle 2 y Adyacencias” va a instaurar la celebración de la Semana de la Primavera Tolosana y organizar distintos eventos relacionados con la Navidad y la Fiesta de Reyes.

Dado el carácter de esta asociación, el objetivo último es fomentar el consumo en los comercios locales, pero al mismo tiempo se organizan actividades sociales (concursos de manchas, sueltas de globos, entretenimientos deportivos, elección de la Miss Primavera Tolosana, apariciones de Papá Noel y de los Reyes Magos) que incorporan una nota novedosa en la vida tolosana, al incorporar al calendario otra fiesta pagana más (justo cuando los carnavales empiezan a declinar) y laicizando las fiestas de fin de año”.

252 El Día, 03-01-1944, pág. 10, col. 3.

253 Según las épocas, la no participación de los educandos estuvo sancionada con una inasistencia a clases,
con malas calificaciones en la asignatura “religión” y, en el caso de los alumnos del secundario, la sanción
podía llegar hasta la aplicación de amonestaciones. Entrevista a M. C., 42 años, egresada de la tercera
promoción de maestras del colegio parroquial

254 De las principales efemérides nacionales, la única que puede ser rescatada es el 25 de Mayo, puesto que el 9 de Julio solía quedar opacado o absorbido por el aniversario de Tolosa. Aquí lo que nos parece importante de resaltar es que, hasta mediados de los años 1940, el “aniversario de la patria” es celebrado y que luego es conmemorado. En los años 1920 y 1930, Mayo es celebrado como si se tratase de un cumpleaños familiar, algo cercano.

“Barrio Obrero”

A fines de la década del 40 un grupo de socios de la Fraternidad, la sociedad que agrupa al personal de conducción de trenes, integrantes de la Comisión Ejecutiva Sección Tolosa se contactó con autoridades del Gobierno provincial y de la Dirección de la Vivienda para comunicarle el anhelo que tenían los socios de contar con su vivienda propia.
Finalmente y después de varias entrevistas favorables se desarrolló un plan formando un consorcio donde el socio debía abonar una suma como anticipo y el Estado se haría cargo de la compra de lotes y de la construcción de las viviendas. El anticipo se descontaría del valor de la propiedad y lo restante de pagaría con un crédito a treinta años, contemplando también la exclusión impositiva.

Barrio Ferroviario en Tolosa.


El primer magistrado de la Provincia por entonces el Coronel Domingo Mercando ratificó este procedimiento y se comprometieron a edificar has cien casas.
Al principio por temor o desconfianza solo unos pocos se inscribieron, los que una vez comprados los terrenos, ubicados en las manzanas de 4 a 4bis y de 528bis a 530, participaron de un sorteo de los mismos, aceptado el consorcio y los anticipos se comenzó la a fines de 1952, la construcción del barrio de acuerdo a los planos que se habían elegido y rectificado de acuerdo a las necesidades de las familias.
La carencia de servicios de agua y gas llevo a los propietarios a conseguir los suministros con los beneficios consiguientes.
Los primitivos propietarios del nuevo Barrio fueron: C. Purdie, L. Igleisas, E. Invernizzi, E. Bianchi, P. Salamida, C. Redaelli, M. Falcón, I. Abedini, R. Ferrin, R. Pascual, A Cesaretti, J. Tedari, A.Contardi, H. Pascual, J. C. Morales, D. Dominguez, A Rabbioni, M. Carballo, J. Dekker, M. Patricio, I. Valemberg, H. Dalto, J. Porres, N. Guasardo, J. Marical, D. Ischuk, W. Visconti, C. Angeli, O. D’Elia, R. Bianchi, N. Pascual, E. Mazuchi, M. Molina, J. Perez, M. Micheli, F. Gavazza, D. Sosa, P. Bertoldi, C. Caruso.
Hoy que el tiempo paso solo queda un porcentaje muy bajo con su forma original del denominado Barrio Obrero Ferroviario.

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